Tras 18 años, cuerpo de “falso positivo” fue entregado a su familia
Llegó a Bogotá en 2006 para ganarse la vida vendiendo chocolatinas en autobuses, pero fue engañado y asesinado.
Autoridades colombianas entregaron el cuerpo de Víctor Eduardo Calderón, un joven, al que desaparecieron después de que miembros del Ejército lo hicieran pasar por supuesta baja en combate, los asesinatos extrajudiciales conocidos popularmente como "falsos positivos", en 2006, informó este lunes la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Calderón llegó a Bogotá para continuar con la tradición panadera familiar e intentaba buscarse la vida vendiendo en los autobuses chocolatinas que él mismo hacía, pero fue engañado y asesinado el 7 de marzo de 2006, y el Ejército lo hizo pasar por una baja guerrillera en Vichada, departamento del este colombiano a cientos de kilómetros de la capital.
"Su cuerpo fue desaparecido en medio de la investigación judicial, en 2012, y hoy sus familiares cuentan con la tranquilidad de tener cerca nuevamente su cuerpo, para honrarlo como sienten que lo merece", explicó la JEP, que junto la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), trabajó en la búsqueda y la investigación.
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La familia por fin ha podido darle sepulcro a este joven, después de casi dos décadas, y frente al ataúd, la madre recordó que Víctor "era un hombre responsable y trabajador”.
Su nieta, la ya adulta hija de Víctor, entre lágrimas, canta: “Préstame a mi padre. Dame unos minutos para recordar qué se siente abrazarlo. O cómo decirle que allá, en nuestra casa, todos lo extrañamos…".
"Esta acción constituye una medida restaurativa que busca contribuir a aliviar el daño causado a una familia que perdió a Víctor a manos de agentes del Estado, y que luego tuvo que enfrentarse a una segunda pérdida cuando su cuerpo fue extraviado tras ser exhumado, en medio del proceso que llevaba la justicia ordinaria", explicó la JEP.
El caso de Víctor ha sido catalogado como "emblemático" porque se trata de un joven desplazado por la violencia, que trataba de buscar oportunidades económicas para su familia, hasta que en 2006 fue llevado baja falsas promesas al otro lado del país y asesinado para engordar los números del Ejército contra la guerrilla extinta de las FARC.
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La denominación de “falso positivo” hace referencia a uno de los capítulos más oscuros del conflicto colombiano, a las ejecuciones de civiles por parte de miembros del Ejército que luego eran presentados como guerrilleros muertos en combate para recibir recompensas o beneficios. En total, la JEP asegura que hubo al menos 6.402 ejecuciones extrajudiciales, que investiga este tribunal especial.
"Hasta ahora, ha habido impunidad, no se han efectuado investigaciones serias y no se han atribuido responsabilidades por las muertes", dijo en la diligencia de entrega digna la magistrada de la JEP Sandra Castro.
En Colombia, según la UBPD, hasta 2016, cuando se firmó la paz con las FARC, hubo al menos 111.640 desaparecidos.
EFE.